lunes, 10 de febrero de 2014


Los alimentos chatarra
PROFECO

La expresión "comida chatarra" fue creada por Michael Jacobson, el director del Centro para la Ciencia en el interés público, en 1972. Esta expresión designa a todos aquellos alimentos que no poseen valor nutricional, es decir, que no nos aportan nutrientes.
Lo único que nos suman son muchas calorías, sal, azúcar y grasas para el organismo, por eso es que la comida chatarra es muy poco saludable.
Desde que somos pequeños se nos enseña que debemos evitar, o al menos consumir con poca frecuencia, alimentos como los caramelos, las galletas dulces o saladas, las donas, las papas fritas, las hamburguesas y todo lo que se conoce como "comida chatarra". Esta alerta se establece como uno de los principales mandatos para cuidar nuestra salud, ya que las consecuencias de la comida chatarra consumida en exceso pueden ser realmente peligrosas.

Deficiencias nutricionales
Nuestro organismo necesita ciertos nutrientes esenciales para que cada una de sus funciones se cumpla correctamente. Esos nutrientes los incorporamos a través de nuestra alimentación: si nuestra alimentación se basa en comida chatarra -que por definición es poco nutritiva- entonces nuestro organismo carecerá de esos nutrientes que necesita como, por ejemplo, la fibra, el calcio, el magnesio y las grasas omega-3.
La comida chatarra satisface el hambre y el deseo de comer algo rico, pero no los requerimientos nutricionales del cuerpo para mantenerse sano y protegido contra las enfermedades. Por ello, para cuidar nuestra salud se recomienda reducir la cantidad de comida chatarra de nuestra alimentación y, en tanto, aumentar el consumo de hortalizas, frutas y granos enteros, que son alimentos nutritivos y saludables.
El peligro de comer comida chatarra
Si nuestra alimentación se basa en el consumo excesivo de este tipo de comidas, los resultados para nuestra salud pueden ser realmente peligrosos. Entre las más graves consecuencias de la comida chatarra cuando la comemos con mucha frecuencia, y sin equilibrarla con alimentos nutritivos y saludables, encontramos:
  • Aumento de peso y más posibilidades de desarrollar obesidad
  • Colesterol malo alto
  • Riesgo de enfermedades cardiovasculares
  • Deficiencia cardíaca
  • Resistencia a la insulina
  • Aceleran el envejecimiento 
Así que, como si los peligros de la lista fueran pocos, estas comidas -al largo plazo- perjudican tu salud y también tu apariencia.
Sin embargo, a pesar de que sabemos qué es la comida chatarra y las consecuencias negativas que tiene para con nuestra salud, nos resulta difícil no caer en la tentación de probar alguna de ellas. ¡Es que son tan pero tan ricas!

¿Por qué nos atrae la comida chatarra?
Esto pasa porque la comida chatarra nos conquista por dos motivos. En primer lugar, porque son alimentos muy sabrosos y hasta adictivos. ¿Quién puede negarse a un plato de papas fritas? ¿O una pizza?
En segundo lugar, porque son muy fáciles de preparar o conseguir, de manera que si estamos apurados o si no tenemos ganas de cocinar, la primera opción generalmente es un alimento chatarra.
Sí, lamentablemente lo rico es lo que más engorda y más hace daño... Pero por nuestra salud debemos consumir lo menos posible de comida chatarra y aumentar nuestro consumo de frutas, verduras y granos integrales, que son sanos y deliciosos al mismo tiempo.

“Ligera” historia
Alejandra Sánchez Plascencia
Revista PROFECO, 2008

• Todo comenzó en 1897 con el descubrimiento de una sustancia 300 veces más dulce que el azú­car, hecho que representó un hito en la historia de la industria de los alimentos. Muchas personas se congratularon que existiera la sacarina, especialmente personas con diabetes, que hasta entonces no podían disfrutar de alimentos y bebidas endulzadas con azúcar. Se había iniciado la senda que llevaría a los productos light.
 
 • Durante los conflictos bélicos mundiales, el racionamiento de azúcar incrementó la demanda de sus sustitutos. Años más tarde, en los cincuenta, el creciente interés de las personas por man­tenerse saludables y en su peso ideal promovió la aparición de alimentos modificados en su composición.

• En los años noventa se intensificaron las investigaciones relacionadas con el diseño y elaboración de productos light. La industria alimentaria tuvo que esforzarse para alcanzar el desarrollo tecno­lógico y productivo que el mercado exigía. Así, además de los edulcorantes se analizaron posibles sustitutos de grasa y, por tanto, los cambios pertinentes en el procesamiento de los alimentos para conseguir la aceptación de los consumidores.

• En la actualidad, los tecnólogos de la industria alimentaria saben que, al disminuir el contenido de grasas y azúcares de los alimentos, ofrecen al consumidor una alternativa para reducir su ingesta calórica. Así, la modificación principal consiste en sustituir en parte o en su totalidad los azúcares y/o grasas contenidos en el alimento original con edulcorantes poco calóricos, como la sucralosa, derivada del azúcar y 500 veces más dulce que éste, y grasas artificiales que no aportan calorías o aportan menos que la grasa normal.

• El propio desarrollo tecnológico de la industria de alimentos obligó a definir los criterios relaciona­dos con los alimentos light, lo que supuso un importante paso al frente en el etiquetado nutricional de los alimentos.

• Cuando comenzaron a elaborarse productos light, no se conocían los sustitutos de grasas y azúca­res que hoy se conocen.

• En los ochenta los alimentos más representativos y producidos dentro del grupo light eran las bebidas refrescantes sin azúcar, en las que se empleaba la sacarina común.

• En 1986 llegó a México el aspartame con el primer refresco light de la marca Mundet.
Recomendaciones

Los productos light no adelgazan. El hecho de que en los productos aparezcan palabras como light, diet o bajo en calorías no significa que no engorden, ya que aun cuando su aporte energético es menor, el consumo de porciones exageradas implica ingerir más calorías.
El abuso de este tipo de productos, en el sentido de sustituir los alimentos convencionales por sus versiones light, puede provocar la carencia de nutrientes esenciales.
No reemplace con productos light los alimentos ricos en vitaminas.
Los niños, adolescentes y mujeres embarazadas no deben consumir productos light.